martes, 4 de marzo de 2008

ITINERARIO 4







PLAYAS

El moderno y activo puerto divide la fachada marítima de Valencia en dos grandes partes. Al norte, unidas por un atractivo Paseo Marítimo se sitúan las playas más urbanas y concurridas: Malvarrosa, Cabañal y Las Arenas. A sus completos servicios en la arena une una amplia oferta de restauración y ocio que, en los meses más cálidos, la convierte en animada zona las 24 horas del día. Al sur, la tranquila playa de Pinedo es la antesala a las bellísimas playas de El Saler y la Devesa. De fina arena y perfiladas por un entorno de dunas y pinares que la protegen de los vientos de poniente, presentan el aliciente añadido de estar situadas en uno de los entornos naturales más ricos del litoral, el Parque Natural de La Albufera. Además de disfrutar del sol y el baño, las playas de Valencia presentan una oferta de actividades muy variada: 15 km. de playa son el escenario perfecto para la práctica del windsurf, vela ligera y crucero en el club náutico; golf a la misma orilla del mar en uno de los mejores campos de Europa -El Saler- y, a escasos metros de éste, un complejo lúdico permite montar a caballo, jugar al tenis y al frontón o recorrer los canales de la Albufera a bordo de tradicionales embarcaciones.

Pues eso mismo os recomendamos. Por la mañana disfrutar de la playa y por la tarde recorrer la Albufera en barca, parque nacional protegido.

Las mejores playas no son las de la ciudad, como os podéis imaginar, sino que se sitúan al sur de la ciudad. Hablamos de las playas de Sueca: El Perelló, el Mareny... Para llegar hasta allí hay que coger la Autopista del Saler que veréis en el mapa y pasar por la Albufera, con lo que es una buena opción pararse a la vuelta para visitar el paraje.

Un extenso mar de agua o hierba (según la época del año y el estado de sus arrozales) separa la ciudad de las numerosas colonias de vacaciones que configuran su litoral. Desde la gola y puerto de El Perelló hasta su límite con Cullera, Sueca es una playa interminable de arena fina y dorada en la que se suceden cuidadas urbanizaciones que dan nombre a distintos tramos de una misma playa. Todas tienen en común unas limpias y tranquilas aguas salpicadas en verano de coloristas velas, ya que son muchos los amantes del windsurf que aprovechan el viento de Garbí por la tarde, para disfrutar del placer de navegar. A 25 minutos de Valencia en coche, pero merece la pena.


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